lunes, 11 de febrero de 2008

Local disponible. 91 578 23 00

"LOCAL DISPONIBLE. 91 578 23 00."
(En la calle Alberto Aguilera)


Nostalgia del desfase, eso es lo que siento a veces. Paseaba hace un par de días por Alberto Aguilera y me dio el pinchazo, el pellizquito que diría La Más Grande. Hace unos años, a La Semana Fantástica le gustaba pasar las mañanas de domingo rodeado de lo mejor de cada casa (sus amigos) y, un poco más allá, en el siguiente círculo concéntrico, de lo peorcito de las demás casas… Lo que es un after hour, vamos. Los había de esos de “a ver qué pone en este flyer, pues para allá que vamos”. Estaba el Space, el after por antonomasia. Estaba el Opium, allá por Manuel Becerra, quizá mi preferido, por la mezcla de gente llegada de cualquier barrio chungo, modernos perdidos y bastante horterismo. Y el Steel, que tenía de bueno:

-no obligarte a la ruina con el taxi (a esas horas el metro es un castigo),
-una decoración entre El laberinto del fauno (aunque aún no la conocíamos… ¿será que Guillermo del Toro también lo frecuentaba?) y una falla valenciana,
-y un ambiente lo suficientemente mezclado y al límite de la vergüenza ajena como para sentirse cómodo.

Pocas cosas tan democráticas como un after hour. El pijo inagotable pisa al bakala de chándal recién estrenado. La tímida que ha perdido toda timidez por culpa de eso que le ha dado su amiga comparte retrete con una mariliendre que apenas se sostiene en sus tacones del Stradivarius, también conocido como el Strafalarius. El moderno de profesión roza cadera en un sofá que por favor no enciendan las luces y vea cómo está con un cuarentón que celebra su salida de la clínica de desintoxicación whisky en mano. Basado en hechos reales… Os lo aseguro.

Esta nostalgia del desfase regresó hace un par de días al pasar por lo que un día fue el Steel y ahora es esa puerta con un teléfono por si alguien quiere llamar para abrir un Starbucks o similar.

Que no es que yo quiera volver a esa época, no, clarito lo tengo, cada cosa en su momento, y ahora no van por ahí mis tiros. Pero uno no es de piedra, sino de carne y memoria, y se pone nostálgico, coñe.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Te entiendo perfectamente....,cada vez que paso por esa tienda de zapatillas en la esquina de Fuencarral con Colon, pienso en el pasado y todas las mañanas que estuve en ese bonito bar, el Moreno....

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Hosti, el Moreno! Pues yo creo que no llegué a ir... Siempre acababa escapando en ese momento cuando la gente se iba para el Moreno, emmacabada.

Lara dijo...

"De carne y de memoria"...

Qué bueno!!!

Y qué razón tienes!!!

¿Y qué me dices de uno que había en la calle Galileo, que TAMBIÉN está cerrado?

A mí también me dan esos ataques de nostalgia... a veces, veces muy sueltas, regreso a los agujeros, pero luego tardo taaanto tiempo en recuperarme que me digo: nunca más. Antes siempre decía: el fin de semana que viene otra vez, ¿no???

Y además, no sé si es que hemos perdido el olfato, pero casi todo está chapado y siempre termina uno tomando cervezas en un bar de taxistas...

¡¡Aaah!! Y el Rick's, para los martes a las seis de la mañana...

Oh...

Esos tiempos...

Ya era hora de que pasaras por aquí, hombre fantástico!!!

Pi dijo...

Hueso y memoria, chico, porque algo no cambiarás, es el contorno de tu cintura.
En fin.
Estoy resentida por el Affair VM y por eso es que casi que paso de comentar en tu blog, pero para una vez que actualizas....

Emilio Ruiz Mateo dijo...

El de la calle Galileo, joé, es verdad, Lara, ése era uno muy grande, la antigua sala Revólver, no? Pero creo recordar que había demasiado cachas para sentirse uno cómodo... Lo del Rick´s un martes no lo conozco... pero acabaré ahí cualquier día.

Gracias por lo de la cintura, cardhu, pero no creas, últimamente estoy preocupado por cierta barriguita incipiente. Y no seas tan susceptible, mujer...

cantaruxa dijo...

ustedes todos pensando en sí y sobre sí...¿y el pobre local?, solo, triste, disponible a la espera de...rumiando los recuerdos de la última noche...disponible está, disponibles estamos...bk

Emilio Ruiz Mateo dijo...

cantaruxa, cardhu, emmacabada, lara y semana fantástica regentando un after... sería estupendo. Y el fin de nuestra salud, claro...
¡¡¡¡Montemos un híbrido restaurante galego-pub-club de alterne en "as Rias Baixas"!!!!

Anónimo dijo...

Ay! yo si son Rías Baixas me apunto! :)

fer dijo...

Yo podría escribir un blog sólo de afteres. Menos mal que los frecuento de vez en cuando, pero "PRECISAMENTE" el sábado estuve en uno en General Perón, que vaya tela Donatella.

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Hablaremos con cantaruxa de tu apoyo, pat... Ella regenta un restaurante delicioso en plenas Rías...

fer, quiero saber de esos afters!!!!

Música dijo...

El recuerdo...el único paraíso del que no podemos ser expulsados...

Emilio Ruiz Mateo dijo...

¡Olé!

Don't Disturb Magazine dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Don't Disturb Magazine dijo...

Yo sólo quiero un local disponible, el de la felicidad, para comprarlo y no soltarlo. Como mucho y como poco, compartirlo. Sí, suena cursi y ñoño, pero ya nos gustaría a muchos no andar con la cabeza dando vueltas sin parar hasta el mareo y el vómito innecesario.

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Ni cursi ni ñoño, flower power. Pura verdad es ésa.