lunes, 10 de noviembre de 2008

Y Buenos Aires

Al final, la ciudad en la que más tiempo estuve, la que me hace sentir realmente cómodo (¿será por ese tópico tan repetido de que recuerda a París y Madrid?), la que sueño con habitar algún día, no encuentra su tiempo en La Semana Fantástica. A mi vuelta (el 2 de noviembre) pensé: mejor así, a esta ciudad le sienta bien la nostalgia, hay que escribirla de lejos. Pero no contaba con el frío que aquí me esperaba, y al que sólo al cabo de una semana me he podido acostumbrar. Me paralizó. Es jodido desayunar en chancletas y acostarse acurrucado en el edredón de plumas. Buenos Aires (Bs As, me gusta escribirla así, o Baires, como dice Natalia) se va quedando ahí debajo, día a día, en el recuerdo. Sólo un secreto diferencia ese aparente olvido del resto: una vez más volví con el deseo de regresar, pero no de viaje, sino un tiempo, algo largo… Y no soy de los que dicen eso cada vez que vuelven. No hay muchos lugares en los que quisiera vivir de verdad.

Aquí os dejo un paseo por Bs As. Lo demás, irá saliendo en conversaciones e historias, seguro.






Y un poco de humor, que no falte...