martes, 2 de junio de 2009

Algora y el terciopelo

¡La Semana Fantástica ha acudido acreditada por primera vez a un concierto! Después de tantos años siendo invitado a tanta historia por mi trabajo, me hizo una ilusión muy especial que me llamasen como bloguero. Ya ves. Y ha sido a un concierto de uno sus cantantes favoritos de este momento: Algora. Bueno, no un cantante, un grupo, algo que he descubierto sólo al disfrutarlo en directo. Algora es Algora y Los perros de terciopelo. Las canciones de este chico, de un lirismo totalmente contemporáneo, de una dulzura que no evita colar versos tipo y su polla entre mis piernas, de una desnudez que a veces recuerda al inmenso Carlos Berlanga, se renuevan y engrandecen cuando las acompaña con la batería, el bajo, la guitarra, los vientos y el teclado de Los perros de terciopelo. Nos es ese tipo de fuerza que reciben algunos cantantes pop cuando se juntan con un buen grupo, y que se asemeja a ciertos estados de cabreo por los que los más dulces pasan a veces. Más bien se trata de una evolución, de un enriquecimiento de lo que ya de por sí merecía mucho la pena escuchar. De pronto me recuerda al título de un grupo exquisito, ya desaparecido, Esclarecidos: La fuerza de los débiles.

Algora tiene una canción que se llama Tecno triste. Sólo por eso ya podría gustarme.

Algora se escucha con gusto en tu habitación, tumbado en la cama y mirando al techo, pero en directo se deja saltar.

Algora reúne en sus conciertos un porcentaje de tíos guapos que bien merecen vencer la pereza que suele darnos a algunos salir de casa. Perdonen la frivolidad.

Algora tiene una canción que me ha salvado varias tardes. Se llama Planes de verano, algunos de vosotros ya lo sabéis.

Algora me gustaba, pero desde que le vi interpretar sus temas en el escenario y gritar con rabia arropado por el terciopelo de sus perros, me gusta más.

Gracias por todo, Sr. Algora.




(Fotografías: Manolo Crespo / www.vivaelpop.com)