martes, 15 de enero de 2008

Qué harto estoy de estar enfermo

"QUÉ HARTO ESTOY DE ESTAR ENFERMO."
(Kieffer Sutherland, Detrás de la puerta roja)

Hace un par de noches sufrí insomnio. No es algo común en mí, aunque no es que pueda etiquetar como tranquilos mis sueños últimamente, pero me pasa de vez en cuando. Lo normal es que lo combata levantándome de la cama, preparándome un descafeinado y leyendo en el sillón. Si me quedo entre sábanas no hay manera…

Pero esta vez me dio por poner la tele.

Mira tú por dónde estaba puesto Telemadrid, y acababa de empezar una de esas pelis que los de mi generación reconocemos como “de Estrenos TV”, aquéllas que ponían los domingos después de comer, llenas de problemas familiares, muertes a destiempo y lágrimas. En la carrera aprendí que se llamaban “tv movies”. Ésta en concreto no podía ser peor. Kiefer Sutherland es un hombre que se enfrenta a sus últimos años, enfermo de SIDA. Su hermana, con la que no mantiene ningún tipo de contacto desde hace años, se ve obligada a hacerse cargo de él.


Bastaron 10 minutos de película para percatarme de que me encontraba ante un bodrio. Bastaron 15 para descubrir que era una mierda. A los 20 estaba absolutamente absorbido por el morbo que provoca contemplar una obra tan patética. Y además, recordé cuánto se aprende de una mala película para apreciar las buenas… No faltaba ningún tópico. La cajita de música que, cada vez que abrimos, nos lleva a rememorar historias de la infancia. La fotógrafa que intenta entender a los que le rodean a través de las imágenes que de ellos capta. El gay cínico y despegado al que, a pesar de sus constantes comentarios hirientes, todos adoran. El pasado que no queremos afrontar pero vuelve a nosotros una y otra vez. El vecino encantador que te arregla la vida (y el mondongo). Pfffff…

Creo que sólo hubo un momento que no diera vergüenza en la peli. Ése en que el enfermo, ya bastante perjudicado, se queja entre el suspiro y el grito: Qué harto estoy de estar enfermo.

Ni siquiera Kiefer me ayudó a dormir.

11 comentarios:

Pi dijo...

Hummm, pero yo a kiefer, (que no a Jack Bauer, no sé si habrás visto alguna vez 24, al pobre le pasa TODO), le perdonaba que me quitara el sueño todita la nuit, jejejje. ¿No se te da un aire a aquel que riendo se parecía a Nacho Vida? hay... yayayayyyyy.

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Ése que bautizó tu blog sin querer...? Pues la verdad es que sí.

Anónimo dijo...

Me gusta la sinceridad de tu blog, pero no así el fondo de triangulitos. Uff hasta en la sopa! Espero que no formes parte de esa secta! Un saludo. Vera :)

Josedu dijo...

A mí, ya te lo dije, lo que más me gusta es el fondo de triángulos, debe ser porque soy de la secta.
En realidad, a veces pienso que no hay vida fuera de las sectas, que se vive muy agustito a su calor.
Ganemo piensa igual: mejor urgando en un contenedor de basura que en una oficina, en un aeropuerto, en un hospital.
Bueno, ya he escrito algo ¿era esto, no, decir cualquier cosa?

Josedu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Yo no puedo ver peliculas en este pais. No puedo oir a Keither gritar en ESPAÑOL!!! No puede ser... te veo el viernes en la Cuisine?
Bessso

Emilio Ruiz Mateo dijo...

ella lo sabe, no, no formo parte internamente de la secta, pero no tengo nada en contra del corte... y no me negarás que el diseño de los triangulitos es de lo mejorcito...
¡Bingo, josedu! ¡Si parece que llevas toda la vida haciéndolo!
Por supuesto, emma. Mañana, bollicio.

Anónimo dijo...

Dulces sueños y dulces realidades semanita de mi alma

Lara dijo...

¡¡¡FELICIDADES!!!!!!!!!!!!!!!!


(y que viva el carnaval)

fer dijo...

nene feliz cumpleaños.
para celebrarlo te he linkao.
pásalo bien en canarias y ponte negro.

Recaredo Veredas dijo...

Hola. A mí me gusta el fondo de triangulitos. Pobre Kiefer, no siguió el rastro de su padre, que sí fue un gran actor. Saludos.