viernes, 21 de diciembre de 2007

Escribo porque no consigo ser feliz

"ESCRIBO PORQUE NO CONSIGO SER FELIZ."
(La maleta de mi padre, Orhan Pamuk)

La frase se redondea con la que la sigue: Escribo porque no consigo ser feliz. Escribo para ser feliz. No he leído aún el libro, aunque lo tengo (una de las mejores cosas que te pasan cuando trabajas en una revista literaria es que te mandan muchos libros gratis; una de las peores cosas que te pasan cuando eres tan subnormal como yo es que te dejas en la mesa del curro un viernes el libro que querías leer ese fin de semana). La frase se la robé a Félix Romeo, ladrón a su vez de Pamuk, en su recién estrenada nueva sección de libros en el ABCD, que sigue siendo el mejor suplemento de cultura de los periódicos españoles, los sábados con el ABC (lógicamente), a pesar de que Babelia haya engordado y ganado puntos. El librito está compuesto por discursos que Orhan Pamuk ha dado recientemente en agradecimiento a varios premios (Nobel incluido).



Yo la verdad es que no sé para qué escribo este blog, pero me tranquiliza saber que es algo inherente a la mayoría de los blogs. Comunicación, eso está claro. Como escribía Vicente Verdú el domingo pasado en El País Semanal, (madre mía, devoro prensa) nunca antes habíamos estado tan interconectados con tantas personas, pero ojo, puede llegar el momento en el que las relaciones virtuales y sus variantes acaben por sustituir por completo a las reales… Lo cierto es que a mí no me asustan. Por un lado, la cibercomunicación nos abre experiencias impensables en otros canales. Por otro, es un primer paso hacia relaciones “tradicionales”. A riesgo de repetirme, quiero remarcar que no pretendo decir que lo primero lleva a lo segundo. Ambas experiencias me parecen buenas, apetecibles y recomendables.

Y yo que pensaba que debía escribir un post navideño, acabo aquí metiendo la chapa… Voy a acabar de meterla poniendo el párrafo completo del Orhan Pamuk. ¿A que dan ganas de salir corriendo a por el libro, aunque haya que forzar la puerta de la oficina?

"Escribo porque la vida, el mundo, todo, es increíblemente hermoso y sorprendente. Escribo porque me resulta agradable verter en palabras toda esa belleza y esa riqueza de la vida. Escribo no para contar una historia sino para crear una historia. Escribo para librarme de la sensación de que hay un sitio al que debo ir pero al que no consigo llegar, como en un sueño. Escribo porque no consigo ser feliz. Escribo para ser feliz."

9 comentarios:

Pi dijo...

1. Quiero ser como tú, aplicadita para leer (y retener) los suplementos culturales, entre otras cosas, claro.
2. LAs razones que nos traen a escribir esto son muchas, sí, dependiendo de lo que creemos, claro, ficciones o simples noticias de lo cotidiano. Y es verdad, es purita necesidad de comuncicación, que complementa a la de sacar del alma ciertas reflexiones. Es, por lo menos en mi caso, como si ya hubiera tocado fondo en eso del libro escondido en la mesita de noche y ahora apetece que alguien te lea y que, sobre todo, te diga o te haga saber que te han leído. NO escribo para nadie, pero necesito a alguien que me lea. Aunque me discuta, aunque me diga que tengo una falta de ortografía y me ponga colorada. Es una necesidad, y de las tremendamente importantes.
3. Tu ya sabes lo que pienso de las relaciones virtuales. Desde mi sofá conozco el mundo, pero quiero que se siente también a mi lado y oirlo respirar...
Ah! feliz navidad!

Anónimo dijo...

"...en búsqueda de una felicidad especialmente relacionada con los múltiples nexos con los demás, por superficiales y efímeros que sean los contactos..nuestro mejor porvenir de seres humanos se decide en este sistema de extroversión..." D. Vicente Verdú. Pues sí, "por superficiales y efímeros que sean los contactos": ahí mi felicidad. Bien sabía que el momento era breve, que se estaba escapando, pero, a la vez, fue mío, placentero al máximo, y eso ya nadie -sino el alzheimer- me lo puede quitar. Sigo entretejiendo esta manta de remiendos que es mi vida, contacto a contacto, unos bien tupidos, otros con hueco, siempre colores intensos...no consigo una unidad...buscando ser feliz.

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Que se siente a nuestro lado, en el sofá, la realidad. Tú lo has dicho. Y vivan los libros escondidos, pero vivan los canales nuevos y aún por hacer, también.
Así es, cantaruxa. La nuestra es una felicidad inconexa, pero no por eso menos real. ¿Cambiará? No sé. Pero no sé si importa.

Don Peperomio dijo...

Yo escribo para modificar la realidad que me rodea, aunque sea mentira.

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Pues lo haces muy bien, martin. Que sepas que tengo un amigo en la selva peruana que te lee desde allí...

Anónimo dijo...

menos real?, estoy contigo semana, eso no importa, tantas cosas que he vivido que para el resto son irreales...y tanto! xq lo que no nos pasa a nosotros mismos parece a veces que no es real, una cuestión de creer, creerse e inventar, mirar por el cristal que quieras, creas historias, trazarnos el camino y divertirnos hasta en medio de momentos menos gratos, escribamos, pintemos, si el lienzo siempre está en blanco....
Manta de remiendos que es mi vida...ufffffff, me gusta más mirar el colage interior de experiencias y personas y personajillos pasados por una que han dejado cada uno su motivo de decoración.

Música dijo...

estoy con Pi en lo de la necesidad realmente importante que es escribir, para mí también lo es.
besos

Estupor dijo...

Enhorabuena por el blog: me gusta muchísimo.
*
Tuve la suerte de estar unos días en Estambul y de leer "Estambul" de Pamuk. Me encantó la ciudad, el libro y sus habitantes.
Un abrazo.
Estupor.

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Me alegro de que necesites escribir, música mía. Así vienen esas cartas, correos, comentarios... tan bonitos.
Hola Estupor! Qué bueno verte por aquí. Y qué bueno lo de Estambul, malandrín.