Este año le tocaba a En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust. Y me he dado cuenta de que paseo el libro por la casa, buscando...
...lugares perfectos para leer a Proust:
En la hamaca, con un pie que cuelga y la cabeza apoyada en el borde de la dura tela. Con un suave mecerse. Escucho de lejos las tontas conversaciones en casa de Madame Verdurin y me sonrío.
Sentado en el borde de la piscina, con los pies en remojo. Se detiene Proust dibujándonos un arbusto cargado de flores y noto el fresquito de una descripción bien hecha.
Tumbado en el sofá estampado de flores y pájaros, en el salón de arriba. El ronroneo del aire acondicionado me atonta. Hay párrafos que me adormecen. Otros me hipnotizan. Párrafos en los que no ocurre absolutamente nada, como en esta tarde.
En el balancín que han comprado este año mis padres. Si le doy fuerte me mareo un poco. Perfecto para las partes más aburridas.
Recién desayunado, en el jardín de Lara. Ahí empecé a leerlo, eso de Durante mucho tiempo, me acosté temprano. Aunque ese jardín se merece su propia entrada. Mejor me callo.
Sentado en la hierba, con el periquito puesto. Me gusta el girar frenético del agua, esa manera lenta y efectiva de regar que utiliza mi padre cuando hace falta un extra para algunas zonas del jardín. Chorros que suben dos metros, agua que rebosa, gotas que llegan a mojarme los pies de rato en rato. No entiendo nada de física, no sé por qué sólo me mojo de rato en rato. Por un momento no sé si lo que veo es lo que leo.
15 comentarios:
que bien el salirse de órbita a conciencia...,los sabores son más intensos, el cielo es más azul (pq tenemos tiempo para mirarlo, nunca fue de otro color), el agua está fresquita, catársis entre la historia de tu libro y tu propia historia..., mi corazón se alegra de sentirte serenamente contento, no pienses en que se terminen estos días, solo disfruta.
Terminarse? Esa palabra no entra en mi vocabulario, reina...
entonces...mi amigo se está convirtiendo en higuera?????
Sí, y en magdalena.
Que no te creo, chaval. QUe estás leyendo fotonovelas en esa hamaca comodísima que sale en la foto. Confiésalo, anda.
bollo?, yo en sobao martínez...por diooooo pq engordo en verano??
pues yo me estoy leyendo "los gozos y las sombras" y estoy disfrutando como nunca con carlos deza y don cayetano...
y al mismo tiempo, como este sábado en el río, aparco estas aventuras y las sustituyo por una buena dosis de Prontos, Diez Minutos, Qué me dices, Nuevo Vale y Superpop, que también disfruto mucho con las revistas del colorín.
Bueno, a ratos le doy un poco a MUJER HOY CORAZÓN, claro, gachassssss
Ya adelgazaremos juntos la semana que viene, música, con mi tabla de gimnasia piscinera.
Me parece genial, ainhoa. No todo son clásicos en verano. Siguen vendiendo el Nuevo Vale?????
el Nuevo Vale!, en el instituto me pillaron uno debajo el cuaderno, recuerdo esos relatos del tipo "me pasó esto y no quiero que me pase más", así estoy, golpeá perdía...
Tu mensaje me gustó mucho. Pero el que estés leyendo Proust me gusta aún más. Es mi escritor de cabecera.
Parafraseando un poco tu título te diría que Proust es perfecto para leer en cualquier lugar, ya que una vez dentro del texto, puede el mundo acabarse que uno no se entera.
Y si alguna vez te interesa un buen análisis de La Recherche, Figures III de Gérard Genette es muy aconsejable.
Y mejor la corto aquí. Porque si de Proust se trata, no puedo parar...
Un saludo y bienvenido a mi blog.
Yo no tengo lugar para Proust, pero sí estados de ánimo para dicho fin. Al menos yo funciono así. Cuando toca te late leer el Superpop nada se puede hacer.
Un salute.
Yo no sé Proust, pero tú tienes unos piececillos muy lindos :)
Ya me lo imagino, st loup, si de ese señor se trata, no paras! Jajaja, algo me contó nuestra amiga común.
Quén sabe, a lo mejor un día te encuentras que lo único que te puede apetecer es leer esos parrafos eternos, pablo gamo...
Uy, toshi, muchas gracias. Será poque estaban muy contentos ahí tumbaditos mirando al cielo...
precioso libro. precioso tu en verano.
yo lo leí en portugal debajo de una sombrilla.
¿Proust con calor? No pegan. Son como el tocino de cielo y la manteca de cerdo.
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